Consejos para trabajar desde casa
Tiempos difíciles son los que vivimos actualmente, con una cuarentena a la que aún no vemos un claro final. No cabe duda que el mundo será distinto una vez esto termine. Si, porque esto va a terminar.
Una de las cosas de las que estoy seguro cambiarán drásticamente será la forma en la que interactuamos con nuestros clientes/jefes/colaboradores. Al no poder salir de casa muchos de nosotros finalmente estamos experimentando las maravillas y los retos del trabajo fuera de una oficina formal.
Es por eso que he decidido quitarme un poco el aburrimiento y escribir algunos consejos que he aprendido a lo largo de cinco años de trabajo remoto.
1. Palabra clave: “Trabajo”
Uno de los problemas más grandes que tuve al inicio de mi aventura remota fue: la falta de supervisión, y la casi nula disciplina. Debo ser honesto, el exceso de libertad, los horarios extremadamente flexibles, y el hecho de sólo necesitar de mi computadora y una conexión a Internet hicieron que mi productividad bajara considerablemente; “Aún tengo tiempo”, “Lo haré en la noche”, y muchas más excusas con las que me engañaba a mi mismo por poco me metieron en un enorme problema.
La solución fue, hacer todo lo que pudiera para mentalizarme a que si, estoy en casa, pero estoy TRABAJANDO. No estoy descansando, no me pagan por estar acostado. Y tuve que aprender a disciplinarme.
2. Business in the front, party in the back
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Cuando trabajas desde casa pueden existir dos grandes peligros:
- Trabajas muy poco
- Trabajas demasiado
Ambos han sido mi caso, el problema es que, o te distraes y trabajas muy poco porque estás en tu casa. O te enfocas demasiado porque estás en tu casa. Déjenme expandir sobre esto, como sólo necesitas tu laptop, puedes trabajar desde:
- Tu estudio
- Tu cuarto
- Tu sala
- Tu comedor
- Tu cocina
- Tu jardín
- Tu baño
- … Entienden la idea
El no tener una definición clara de cuando entrar, y cuando salir del modo trabajo puede llevarnos peligrosamente del burnout, y creánme, no es un lugar en que quieran estar.
La solución es bastante simple, define zonas dentro de tu casa donde puedes trabajar, y sólo trabajar. Así como debes definir zonas en donde puedes descansar, y sólo descansar. Recomiendo no mezclarlas, al menos hasta que nos acostumbremos a subir y bajar nuestro switch de trabajo. Por ejemplo: Yo acomodé un cuarto en mi casa para que fuera mi oficina, entro casi todos los días a trabajar, y no hago otra cosa. Una vez termina mi jornada laboral, salgo de ahí, y no regreso hasta que quiera volver a trabajar. Con el tiempo, mi laptop se convirtió en ese switch, y ahora prácticamente sólo la uso para trabajo.
No se necesita una oficina completa, puedes escoger sólo un escritorio, lo importante es que cada vez que te acerques a él, sea con la mentalidad de trabajar.
3. Escoge bien tus horarios
Como mencioné anteriormente, cuando comencé en este mundo uno de mis mayores problemas fue el exceso de libertad, y la falta de disciplina. El lado obscuro del horario flexible me sedujo y de decidí tomar un descanso entre trabajo, y plan era sencillo: trabajaría 4 horas en la mañana, y 4 horas en la noche.
¿El resultado? Trabajaba 4 horas al día…
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Resulta que una vida de levantarme temprano, ir a la escuela (y después al trabajo), para después regresar a casa con la sola idea de descansar, me habían acondicionado a… descansar. Nunca regresaba a seguir trabajando en la noche, y comenzó a notarse.
Después de una junta muy incómoda con mis managers del momento, decidí que si quería conservar éste estilo de vida tan hermoso que había conseguido, las cosas necesitaban cambiar. Encontré que como mis mañanas eran mi horas más productivas (y las únicas), las extendería. Trabajo de nueve a cinco, y sólo de nueve a cinco.
Una vez termina mi horario laboral, me olvido de todo, y regreso hasta el día siguiente. Este es un buen balance para mi, que me permite hacer un cambio completo en mi mentalidad trabajo/descanso.
Algunos consejos más
Vístete para el éxito
Si, trabajar en calzones, o en pijama parece muy atractivo, y puede funcionar para algunos. Pero recuerda, el punto aquí es mantener la mentalidad de trabajo. Ponte pantalones, tal vez hasta puedas bañarte…
Avísale a la demás gente en tu casa
Las video-conferencias son muy comunes en el trabajo remoto, y todos tenemos una historia que involucra una llamada importante, y a alguien abriendo la puerta detrás de nosotros haciendo (o usando…) algo bastante embarazoso. TODOS.
No seas ermitaño
Para los que vivimos solos, el trabajo remoto puede ser algo solitario. Pasar el día en casa trabajando, para después pasar la tarde en casa descansando no es precisamente una buena forma de socializar, y todos necesitamos de alguien de vez en cuando. Por suerte vivimos en un mundo donde no necesitamos ni siquiera estar en el mismo continente para poder platicar. Slack, WhatsApp, Facebook, pedas por Zoom, Instagram, etc… Hay muchas formas de mantenernos comunicados con nuestros amigos, no hay nada de malo en utilizarlas.
Decora tu vida
Trabajar desde casa significa pasar la mayor parte de nuestro tiempo en casa, no está de más tener una decoración que ayude a que nos guste pasar nuestro tiempo ahí. Cuadros, adornos, retratos, lo que sea que no nos haga pensar que estamos en una cárcel más.
Conclusión
El trabajo remoto, o la home office, pueden llegar a ser una bendición o una pesadilla, definitivamente no es para todo el mundo, como muchos aprendimos por el camino difícil. Pero espero que estos consejos ayuden a las próximas generaciones a no cometer mis errores y comenzar ésta hermosa aventura con el pie correcto. ¡Suerte!